Un ataque cerebral es una alteración del cerebro provocada por problemas repentinos en la circulación de la sangre. Esos problemas se producen cuando los vasos se tapan o se rompen.
Si los vasos se tapan, generan un ataque llamado infarto cerebral. Si los vasos se rompen, generan un ataque cerebral hemorrágico.
Entonces, las células cerebrales mueren por falta de oxigeno y otras nutrientes esenciales y no pueden realizar su trabajo.
El cerebro controla todos nuestros movimientos, lo que pensamos, aprendemos, recordamos, sentimos y hasta nuestra capacidad para comunicarnos. Todo ello se puede afectar por un ataque cerebral.
El infarto cerebral se da por un bloqueo de una arteria. En cambio, la hemorragia cerebral se da cuando un vaso se rompe. Si el vaso que se rompe esta rodeando el cerebro produce una hemorragia en la superficie del cerebro y es llamada subaracnoidea. Si el el vaso se rompe adentro del cerebro, produce una hemorragia cerebral.
Ataque cerebral transitorio
Este tipo de ataque se da cuando la circulación cerebral se afecta por un periodo de tiempo muy corto. Los síntomas son los mismos que el de un ataque cerebral, pero son temporarios, duran de minutos a horas. Esos síntomas pueden ser un aviso de un ataque cerebral grave, no hay que ignorarlos y se debe consultar de forma inmediata.
Tabaquismo y obesidad predisponen al organismo a padecer un ataque cerebral.